El Gobierno británico, tras las revueltas, ha dicho, por boca de su presidente, en el Parlamento, que la disciplina, los deberes y el respeto deben imponerse. Se ha hablado de disciplina militar, de deberes ejecutables y de respeto ganado. No hay nada, para un ciudadano, como sentirse justamente gobernado. La convicción de estar regidos mediante leyes y criterios claros es requisito del progreso social y de la resolución pacífica de conflictos.
Arbolcom.
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